Por CrOsTI (crosti@dislateazulgrana.com)
En horas de la tarde se inauguró, finalmente, la capilla donada por el artista Guido Mortensen, dando fin a una obra que llevó un tiempo considerablemente largo, pero de cuyos frutos la dirigencia se encuentra orgullosa.
Retomando su papel de marionet..., perdón, retomando su papel de mandamás de la Institución, el hombre que volvió de la muerte gracias a un tachero comedido, cortó, no sin demasiado esfuerzo, la cinta inaugural y dio su primer paso hacia el templo, cayendo aparatosamente de bruces al enganchársele la tira y patinar en el caldo de su propio esputo, que había formado un, poco cristalino, charquito. Lejos de generar las risotadas habituales, los presentes lo tomaron como una acción no alejada del común de los actos de un marmota de su calaña.
Tras el altar, el Reverendo Bufarretti, aprovechando una salida temporal autorizada por el juez que entiende en la causa, se encontraba dispuesto a celebrar misa, oficiando de monaguillos los socios Marcelo Moneddi y Guillermito Zombbi, cuyas caras vienen de perillas para la actividad asignada.
Uno de los invitados más destacados fue el gran Antonio Do Prado Pereyra (Silas) quien, en un simpático portuñol, mientras observaba incrédulo, repetía la letanía “¡cómo me cagaron...!”.
Por internet, en video conferencia, también participó de la inauguración el Artista de variedades Guido Mortensen, quien, curiosamente, y sin que estuviera preparado, repetía al igual que Silas “¡cómo me cagaron...!”.
Aparentemente, y a pesar de estar hablando sobre la misma construcción, los motivos de uno y otro eran diferentes, pero igual ¡había coincidencia!
La capillita, de estilo “minimalista”, a decir verdad, nos dejó gusto a poco, pero un dirigente pillo (gordito y con lentes de sol, verborrágico él) nos puso en tema de inmediato “Eshto e’ como cuando va a lastrar a Puerto Madero a un restorán franchute... Garpá una barbaridá y te shirven un platito que te cagá de hambre... Shon las nuevas tendenshias, ¡papá...!”; y se alejó a las carcajadas mientras gritaba “¡Gracias por este ‘aguinaldo’, Guido! ¡jajajajajjajaja...!”
En horas de la tarde se inauguró, finalmente, la capilla donada por el artista Guido Mortensen, dando fin a una obra que llevó un tiempo considerablemente largo, pero de cuyos frutos la dirigencia se encuentra orgullosa.
Retomando su papel de marionet..., perdón, retomando su papel de mandamás de la Institución, el hombre que volvió de la muerte gracias a un tachero comedido, cortó, no sin demasiado esfuerzo, la cinta inaugural y dio su primer paso hacia el templo, cayendo aparatosamente de bruces al enganchársele la tira y patinar en el caldo de su propio esputo, que había formado un, poco cristalino, charquito. Lejos de generar las risotadas habituales, los presentes lo tomaron como una acción no alejada del común de los actos de un marmota de su calaña.
Tras el altar, el Reverendo Bufarretti, aprovechando una salida temporal autorizada por el juez que entiende en la causa, se encontraba dispuesto a celebrar misa, oficiando de monaguillos los socios Marcelo Moneddi y Guillermito Zombbi, cuyas caras vienen de perillas para la actividad asignada.
Uno de los invitados más destacados fue el gran Antonio Do Prado Pereyra (Silas) quien, en un simpático portuñol, mientras observaba incrédulo, repetía la letanía “¡cómo me cagaron...!”.
Por internet, en video conferencia, también participó de la inauguración el Artista de variedades Guido Mortensen, quien, curiosamente, y sin que estuviera preparado, repetía al igual que Silas “¡cómo me cagaron...!”.
Aparentemente, y a pesar de estar hablando sobre la misma construcción, los motivos de uno y otro eran diferentes, pero igual ¡había coincidencia!
La capillita, de estilo “minimalista”, a decir verdad, nos dejó gusto a poco, pero un dirigente pillo (gordito y con lentes de sol, verborrágico él) nos puso en tema de inmediato “Eshto e’ como cuando va a lastrar a Puerto Madero a un restorán franchute... Garpá una barbaridá y te shirven un platito que te cagá de hambre... Shon las nuevas tendenshias, ¡papá...!”; y se alejó a las carcajadas mientras gritaba “¡Gracias por este ‘aguinaldo’, Guido! ¡jajajajajjajaja...!”
6 comentarios:
Alta Nota.
Alta Gracia, Cordoba.
Alta en el cielo, un aguila guerrera.
Crosti empezo a robar.........
Savino Patriota
Y CrOsTI, viendo como le ponían el resumen de primicias, dijo "¡Como me cagaron...!"
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