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No toda la información contenida en la presente página está debidamente chequeada.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Removerán a la cúpula de la comisaría 44º


El Argentino. 30.03.2011 | 09.18

El titular de la seccional de Liniers, Carlos Stamato, y sus principales colaboradores serán removidos en las próximas horas. Sucede luego de los incidentes que derivaron en la muerte del hincha Ramón Aramayo. Miradas al Sur había revelado la conexión entre la barra de Vélez y la policía.

Luego de la muerte de Ramón Aramayo, removerán al titular de la comisaría 44º.

El titular de la comisaría 44º de la Policía Federal, Carlos Stamato, y sus principales colaboradores en esa seccional serán removidos en las próximas horas, tras los incidentes que hace nueve días derivaron en la muerte del hincha de San Lorenzo Ramón Aramayo.

Según pudo saber Noticias Argentinas, el comisario Stamato y al menos dos de sus colaboradores inmediatos dejarán de revistar en la seccional 44º, con jurisdicción en el barrio porteño de Liniers. Miradas al Sur, en su publicación del domingo pasado, había revelado la convivencia entre la barra brava de Vélez y la comisaría 44ª.

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, y el jefe de la Policía Federal, Enrique Capdevila, elaboran desde hace varias semanas los cambios en las comisarías de la Ciudad, entre las cuales estará la de Liniers.

La muerte de un hincha dejó al desnudo la doble vida de una comisaría


Miradas al Sur. Año 3. Edición número 149. Domingo 27 de marzo de 2011

Por Ricardo Ragendorfer y Sebastián Hacher

delitosypesquisas@miradasalsur.com

Las sospechas de zonas liberadas en los alrededores de la cancha de Vélez y los reflejos de la Policía Federal para defender su recaudación ilegal

Debido a que la víctima de la jornada, Ramón Aramayo, era un simpatizante de San Lorenzo que exhaló su último suspiro en las inmediaciones del estadio José Amalfitani poco antes de comenzar el partido con Vélez Sársfield, la cobertura de lo sucedido corrió por cuenta de cronistas deportivos. Y éstos, tanto en medios gráficos como televisivos, no resistieron a la tentación de calificar tal epílogo como un hecho “triste y vergonzoso”, cargado de “locura” y con actores –a los que tildan de “vándalos” e “inadaptados de siempre”–, que “volvieron a escribir un capítulo sangriento en la historia negra del fútbol argentino”. Como si lo que pasó hubiera tenido el carácter inexorable de una catástrofe climática.

Sin embargo, semejante festival del adjetivo fue ilustrado con un documento visual estremecedor: fotos y filmaciones que muestran a una horda policial en el preciso instante de ensañarse con el desafortunado Aramayo, quien habría cometido el terrible pecado de resistirse a un cacheo. Ya se sabe que al rato, éste dejaría de existir. Lo cierto es que su muerte dejó al desnudo una grave irregularidad en el operativo de seguridad –que algunos denominan “zona liberada”–, además de poner al descubierto esa compleja trama de asuntos que hasta el domingo pasado sólo era un secreto a voces: la convivencia entre la barra brava del club de Liniers con la comisaría 44ª, los negocios de ambos en la zona, la denodada lucha de los uniformados por conservar el control de la caja propiciada por los servicios adicionales en espectáculos deportivos y –en un marco más general– marcar la cancha a las autoridades políticas de las cuales depende la Policía Federal. En su edición del 20 de marzo –el mismo día en que falleció Aramayo–, Miradas al Sur reveló la existencia de un plan de operaciones –ideado por altos oficiales, tanto retirados como en actividad– para restaurar los atributos del comisariato, borrados de un plumazo por la actual gestión ministerial.

La pelota sí se mancha. Tal como sucedió en 2002 con Maximiliano Kosteky y Darío Santillán, la agresión policial que concluiría con el deceso de Aramayo fue debidamente registrada por camarógrafos y reporteros gráficos que a las 15.45 del domingo estaban en la calle Barragán al 200.

Un edema, junto a una hemorragia pulmonar y cerebral provocaron la muerte del hincha de San Lorenzo, según reveló la autopsia practicada el lunes. El cuerpo de Aramayo presentaba, además, lesiones en las mejillas, en las rodillas, en los codos y en la región dorsal, que fueron producidas en el forcejeo con los efectivos policiales. Sin embargo, los estudios mostraron que el tamaño del corazón de Aramayo era superior a lo normal; en consecuencia, el informe forense señala que esas lesiones “no tienen idoneidad para provocar la muerte, pero si el occiso tenía alguna patología previa, pudo haber acelerado el deceso”. Dicho de otro modo, la acción de los uniformados sobre su presa no causó su fallecimiento sino que únicamente se la apuró.

Al respecto, el fiscal de instrucción Patricio Lugones caratuló la causa como “muerte dudosa sospechada de criminalidad”. En tanto que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, decidió pasar a “disponibilidad preventiva” a cuatro efectivos de la comisaría 44ª. En resumidas cuentas, es posible que el final de aquella vida no haya sido premeditada, pero no menos cierto es que, durante esa tarde, el escenario de los acontecimientos había sido preparada para la tragedia.

El enfrentamiento entre las hinchadas de Vélez y San Lorenzo empezó en el 2003. El 2008, tuvo su capítulo más violento cuando un hincha de Vélez fue baleado en el trayecto hacia la cancha de San Lorenzo. En septiembre de 2010, durante un partido contra Vélez en el Nuevo Gasómetro, hubo dos heridos de gravedad. Por ello, el partido del domingo pasado en Liniers estaba programado para jugar sin público. La medida se revirtió por un acuerdo entre los dirigentes de ambos clubes, que para limar asperezas almorzaron en un restaurante de Belgrano.

La medida se tomó a pesar de que los intentos de ambas hinchadas por enfrentarse eran previsibles no sólo por la historia reciente de ambos clubes, sino porque durante la semana los mensajes en redes sociales, foros de discusión e incluso por radio entre ambos grupos no fueron pocos.

El domingo, en la previa al partido hubo dos emboscadas protagonizadas por la barra de Vélez. En ambas, se sospecha que la policía dejó la zona liberada. En la primera participaron cincuenta barras de Vélez que interceptaron a una decena de hinchas de San Lorenzo que iban hacia el estadio por la avenida Rivadavia. Los azulgranas seguían la entrada tradicional para los visitantes: cruzar la barrera de la calle Barragán y entrar a la cancha por Álvarez Jonte y Reservistas Argentinos. Ese ingreso es el que se usa desde hace años. Nadie supo explicar cómo en ese trayecto apareció el grupo de Vélez que los atacó con piedras.

El segundo incidente fue el más grave. La policía retuvo durante 40 minutos a dos micros con hinchas de San Lorenzo venidos desde el conurbano. La Banda del Oeste -así se llama el grupo– tenía que tomar la General Paz y bajar en Rivadavia para no encontrarse con los de Vélez. Pero la policía, de forma inexplicable, los guió para que bajasen en Juan B. Justo, donde estaban los hinchas rivales. El enfrentamiento duró varios minutos, hasta que la policía intervino con gases, un cordón de Infantería, caballos y varios balazos de goma. El sonido de los disparos quedó registrado en los videos filmados desde los edificios vecinos.

En una de las entradas a la cancha estaba Juan Carlos Blanco, el responsable de la seguridad en el fútbol a nivel nacional. Lo acompañaba parte de su equipo técnico. Lo poco que alcanzó a ver fue a 400 hinchas de San Lorenzo que entraban a la cancha como si fueran un malón. “Si no nos corríamos –dijo más tarde un aterrorizado trabajador del club– nos pasaban por arriba. Y la policía no hizo más que abrirse para darles paso. Nunca vi algo igual.”

En la entrada a la cancha, los dos equipos cumplieron con lo pactado en el almuerzo del viernes: salir con la bandera del contrario. A seis minutos del partido, el arbitro Sergio Pezzotta cobró un tiro libre a favor de Vélez, cerca del área contraria. Unos 20 segundos después, con la barrera formada y un jugador a punto de patear, el arquero Pablo Migliore cayó al piso: le habían dado con un rollo de papel en la cabeza. El objeto salió de la tribuna de Vélez. Casi al mismo tiempo, en la tribuna contraria, la barra de San Lorenzo descolgaba las banderas. El final ya estaba escrito.

“Esto va a terminal mal”, murmuró el jefe del operativo cuando el arbitro le fue pedir opinión. Acto seguido, suspendió el partido. En la popular visitante, los hinchas rompieron el alambrado y tiraron todo lo que se podía, incluyendo la sartén de un puesto de hamburguesas, un dato que –por lo inédito– descolocó a los observadores: nadie, ni en los peores enfrentamientos, suele agarrársela con esos locales. Pero ya se sabe, la violencia es la continuación del fútbol por otros medios.

Rapsodia en azul. El romance entre la comisaría 44ª y la Pandilla de Liniers no es nueva. Tampoco lo son el resto de los negocios policiales en una jurisdicción que tiene casi 900 manzanas y una serie de negocios que van desde la seguridad en el fútbol y recitales, hasta la protección de prostíbulos, además de otras actividades tan lucrativas como ilegales.

En marzo de 2009, dos policías de la 44ª fueron detenidos y acusados de secuestrar narcotraficantes y ladrones con fines extorsivos. Los oficiales solían trabajar en la jurisdicción de su propia comisaría, donde paseaban a sus víctimas para negociar rescates de hasta 40 mil dólares. La banda era mixta: entre sus cómplices había dos miembros de la barra de Vélez.

El antecedente más conocido de la relación entre barras del Fortín y los federales es el de la represión en el recital de Viejas Locas en el estadio Amalfitani, en noviembre de 2009. Ese día, los testimonios señalaron al comisario Eduardo Meta como instigador de la violencia que dejó 30 heridos, 44 arrestados y a Rubén Carballo muerto. Los testigos aseguraron que la policía le abrió paso a la barra de Vélez y, más tarde, le dejó el territorio libre para golpear a los fans de la banda. La faena culminó con balas de goma, infantería y un carro hidrante.

Después del escándalo por la muerte de Carballo, el comisario Meta y toda la cúpula de la 44ª fue removida. En su lugar asumió el comisario Eduardo Bayot, pero los problemas no terminaron. En la zona de Liniers funcionan cerca de 60 prostíbulos, y la mayoría siguieron haciéndolo durante su gestión. El más famoso de ellos está en Lisandro de la Torre 472, arriba de un pelotero para niños y al lado de un colegio primario. Las organizaciones del barrio lo denunciaron durante casi tres años, pero no tuvieron eco. Cada vez que lograban una clausura, un allanamiento o una inspección, fueron testigos de cómo la policía avisaba preciamente a los investigados.

Envuelto en esa dinámica, Bayot duró sólo ocho meses en el cargo, y fue trasladado a la comisaría 13 de Caballito. En su lugar asumió el comisario Carlos Stamato, que llegó a la seccional junto a los subcomisarios Oscar Javier Dolcemascolo y Héctor Del Papa.
Además del operativo del domingo, en el barrio todas las organizaciones coinciden en que con ellos nada cambió.

“La comisaría 44ª está en connivencia con grupos criminales que explotan la prostitución en la zona. Los vecinos hablan de áreas liberadas. Hay zonas donde se desvalijan en una cuadra varias casas y se le roban las ruedas a varios autos sin que pase nada. Cuando la Afip quiso hacer una inspección en varios locales clandestinos, fueron atacados, y no hubo personal policial suficiente para defenderlos.” El diagnóstico lo hace el abogado Mario Ganora, abogado de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.

Los vecinos parecen compartir su opinión. El 9 de marzo, más de 300 personas cortaron avenida Rivadavia y Lisandro de la Torre, para reclamar mayor seguridad en el barrio. Las organizaciones que convocaron a la manifestación no exigieron mayor presencia policial, sino que denunciaron a la fuerza por su complicidad con las redes de prostitución que funcionan en lo que los vecinos califican como una zona liberada permanente.

La suboficial de la Policía Federal Verónica Maidana fue secuestrada por denunciar prácticas similares. Maidana había descubierto que su novio liberaba zonas para que los punguistas pudieran trabajar en la jurisdicción de la comisaría 1a. La mujer denunció a su prometido y rompió relaciones con él. Tres meses después, el 12 de enero, fue secuestrada, torturada y violada durante cinco días en lo que parecía ser un prostíbulo o un aguantadero. A la semana de cautiverio, cuando logró escapar, lo primero que hizo fue intentar ubicarse en el mapa. Estaba en el barrio de Liniers.

No parecía casualidad.

Informe: Jimena Rosli

martes, 29 de marzo de 2011

¡Dale Campeón!


Carlos Bardo no puede ocultar su alegría luego de que el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, que él preside, haya obtenido un Campeonato de Fútbol tras disputar 17 fechas.

“En menos de 100 días de gestión ya logré un título más para las arcas del club. Que se haya jugado en 1936 es anecdótico, el triunfo es de 2011, y al que no le gusta, que la chupe”, dijo exultante el mandamás azulgrana.

Cuando el cronista le preguntó cómo es que ahora festeja tanto si cuando estuvo en la Comisión del Centenario no tenía ni la más puta idea de cuántas estrellitas poner alrededor del escudo, declaró “puede ser que se me haya complicado un poco con los colores, las estrellitas y la sigla… ¡pero eso no invalida que este es un triunfo de mi gestión!”, reveló entre gritos y llantos fundiéndose en un solo abrazo con su vice Ladrey.

Por otra parte, Marcelo Mufetti nos expresó “El proyecto lo presenté dos veces en AFA en 2010, pero, en ambas oportunidades, Don Julione no solo no tomó en cuenta el reclamo, sino que, además, me invitó a que me retirara del edificio de Viamonte mientras me orinaba uno de sus asistentes”.

Para concluir, Bardo manifestó “estoy convencido que voy a quedar en la historia grande de San Lorenzo. El Gran Osvaldo Soriano escribió ‘El penal más largo del mundo’ y yo obtuve ‘El título ídem’”, concluyó enjugándose las lágrimas mientras se retiraba rumbo a la Chacarita para homenajear a los Vencedores.

viernes, 25 de marzo de 2011

Martes 10 de marzo... de 2009


Detienen a dos policías sospechados de integrar una banda de secuestradores

Se trata de efectivos de la Comisaría 44; también estarían involucrados barra bravas del club Vélez Sarsfield; Aníbal Fernández dijo que la mayoría de los miembros de la fuerza "es gente honesta"


Martes 10 de marzo de 2009 14:17 (actualizado hace 745 días)

Dos agentes de la Policía Federal fueron detenidos y un tercero permanece prófugo, acusados de integrar, junto a supuestos miembros de la barra brava del club Vélez Sarsfield, una banda que secuestró con fines extorsivos a dos personas con antecedentes, a una de las cuales le habrían pedido 40 mil dólares
.

Los tres policías involucrados fueron identificados como el cabo Héctor Miño, el ayudante Patricio Eduardo De Rose (ambos de la comisaría 44 con jurisdicción en Liniers) -quienes fueron detenidos- y el oficial subinspector Enrique Omar Zabala (de la seccional 35, de Belgrano) quien permanece prófugo, confirmó el ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández.

Ante este hecho, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, se mostró indignado. "La fuerza está para otra cosa", dijo Fernández en declaraciones al canal Todo Noticias. Además, dijo que "la policía está formada por un 99.0 % de gente honesta", y que los casos delictivos en la federal "son muy pocos".

Personal de Asuntos Internos y de la División Antisecuestros de la Policía Federal allanó esta tarde la seccional 44, ubicada en Manuel Porcel de Peralta 726.

Dos altos jefes de la Policía Federal señalaron que la investigación se inició el año pasado a partir de la propia denuncia de Asuntos Internos de la fuerza que le dio intervención al fiscal Federico Delgado y el juez Marcelo Martínez de Georgi, ambos del fuero federal porteño.

En la causa, caratulada como averiguación de secuestro extorsivo, el fiscal Delgado solicitó al juez Martínez de Georgi la detención de los tres efectivos sospechosos y de tres barra bravas del club Vélez Sarsfield que, según la investigación, actuaban en complicidad con los policías.

Los policías imputados, en un requerimiento elevado por el fiscal federal Federico Delgado, son el subinspector de la comisaría 35, Enrique Omar Zavala, y los suboficiales que revistan en la comisaría 44. Héctor Miño y Patricio Eduardo De Rose. También imputó el Ministerio Público a los civiles Christian Gabriel Galluzzi, Fernando Maximiliano Morales y Héctor Mariano Gastón Hierro, pero no trascendió la identidad del cuarto civil que estaría involucrado.

Extorsiones. Según la investigación, que cuenta con escuchas telefónicas comprometedoras para los policías, los efectivos solían arrestar o realizar falsos operativos contra delincuentes a los que les exigían dinero para liberarlos o para no armarles causas.

El principal hecho ocurrió a las 20 del 4 de enero pasado, cuando fueron privados ilegalmente de su libertad Jorge Gregorio Díaz y Alejandro Ernesto Romano, en una casa de Manzoni 362, en Liniers, desde donde los llevaron y retuvieron en autos no identificables con balizas en el techo y vidrios polarizados, en jurisdicción de la comisaría 44.

En las nueve carillas del dictamen -al que accedió Télam-, Delgado explicó que "mientras recorrían la zona jurisdiccional de la seccional 44, (los captores) mantuvieron sendas comunicaciones telefónicas con familiares y amigos de Díaz, a quienes le exigieron la entrega de 40.000 dólares para su liberación".

Respecto de Zabala, De Rose y Miño, el fiscal quiere que sus conductas se agraven "por su condición de policías en servicio de la seccional 44 (al momento de los hechos) y, de esa forma, aprovecharon su condición de tales -ya que habrían utilizado la vestimenta y armamento entregado por la fuerza- para poner en cautiverio a una persona".

Delgado también explicó en su pedido de indagatoria que los policías se "valieron de una víctima que se encontraba en situación de vulnerabilidad por cuanto se trata de una persona que estaría involucrada en una causa penal, con las limitaciones que eso podría significar para acceder a la justicia a fin de realizar la denuncia".

El fiscal aludió, además, a un encuentro que habría tenido el coche de los captores con un patrullero de la 44, "lo cual no hace más que confirmar que los secuestradores conocían al personal policial de la zona, o bien que se trataba de personas que integran esa misma fuerza".

En el dictamen, se le pide al juez que disponga el allanamiento de las casas de los imputados y de los "casilleros personales" de los policías en las "respectivas dependencias policiales donde prestan servicio".

En la causa hay escuchas telefónicas de las que se desprende que los policías también cometieron otro tipo de extorsiones a narcotraficantes a los que no sólo les sacaban dinero, sino también a droga para venderla.

Uno de los altos jefes policiales consultados lamentó, en diálogo con Télam, que la causa haya trascendido a los medios, ya que estaban colectando las pruebas suficientes para poder detener y procesar a los policías investigados.
Agencias DyN y Télam

Otra vez la muerte


Osvaldo Álvarez - Peña Osvaldo Soriano - Madrid

¿Como se explica tanto desprecio por la vida? Solo la estupidez y la maldad pueden justificar la muerte de un hombre en ciertas circunstancias, acaso en la mayoría pero lo de domingo en el ingreso al estadio que visitaba San Lorenzo sobrepasa cualquier límite de la irracionalidad y la insensatez.

A la distancia uno no puede dar recetas mágicas pero precisamente por haber vivido durante mucho tiempo fuera uno sabe que si se quiere se puede. Lo pudo hacer Inglaterra que tenía un problema de parecidos niveles, lo hace Alemania, lo hace Italia, lo hace España que nunca llegó a esos niveles pero que tuvo y tiene espirales de violencia. No creo que Argentina deba ser una excepción.

Me sorprende que el máximo mandatario del fútbol argentino que lleva más de 30 años en el cargo y pasa buena parte de su vida en Europa por su alto cargo en FIFA no haya sabido encontrar una fórmula que alivie (ni siquiera pido que erradique) la violencia en el fútbol argentino.

El Sr. Grondona fue nombrado por un gobierno ilegitimo, en su mandato la muerte y la violencia se han enseñoreado de forma obscena, el Sr. Grondona sigue en silencio y no asume nunca una responsabilidad. La FIFA lo protege como si fuera un jefe de estado y la violencia aumenta cada jornada. La palabra responsabilidad ha desaparecido de su particular diccionario. Y la palabra dimisión nunca lo estuvo.

No pedimos milagros, solo sensatez, responsabilidad, dignidad y un mínimo de vergüenza.

Descanse en paz Ramón Aramayo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El Número de La Bestia


Por CrOsTI (crosti@dislateazulgrana.com)

El panorama no puede ser más claro. A pesar de eso, todos los involucrados y quienes deben informarnos, se hacen olímpicamente los boludos.

El hecho concreto, inequívoco, es que murió una persona.

Uno de nosotros.

Un socio de nuestro club.

Un padre.

Un esposo.

Un hijo.

En definitiva, un ser humano, aunque la forma que se produjo su deceso nos lleve, irremediablemente, a pensar en un animal sacrificado.

En los medios de prensa masivos lo único que se discute en estos momentos es si el público visitante debe seguir concurriendo a los estadios. Nadie, o muy pocos, hacen hincapié en que la muerte se produjo en un acceso donde no había tumultos, grescas, ni pedradas. Donde no tenía relevancia si era público visitante, o no.

Al igual que en aquella oportunidad en que un pibe ilusionado con el regreso de una banda de rock (Viejas Locas) fuera asesinado, Ramón Aramayo corrió su misma suerte.

Ninguno de los dos era barrabrava.

Ninguno de los dos era un delincuente.

Los dos tenían sus tickets de ingreso.

A los dos les tocó, por desgracia, toparse con el nuevo número de la bestia… el 44, el de la comisaría “encargada de brindar seguridad” en espectáculos públicos en la zona de Liniers.

El cinismo del vocero policial, habla de un espectador que se negó a prestarse a la requisa en un puesto de cacheo, caminó 50 metros, y se descompuso. La contundencia de los testimonios gráficos habla de 5 energúmenos aplastando contra el piso a un tipo reducido y boca abajo.

El Ministro del Interior habla de un partido con antecedentes violentos y determina, desde su soberbia, que se debe jugar sin público.

Las autoridades de Vélez, aplicando el Manual de Estilo de “La Familia Velezana”, que impulsara el impresentable ex-barra devenido, primero en presidente y ahora en afligido Opinador (“se me fue de las manos…”), siguen fogoneando el tema de jugar sin hinchas visitantes, responsabilizando siempre a los demás, sin admitir que viven al borde de la tragedia en forma permanente gracias a las constantes provocaciones al resto de los clubes, en ese afán tan imbécil de querer ser algo que no son.

Las autoridades del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, que NO cuidan a sus socios y simpatizantes, dejándolos desamparados en cada partido y obligándolos a bancarse todo tipo de trato vejatorio por parte de la Policía (tanto de local, como de visitante), de las dirigencias de otros clubes, del Subsef o Coprosede y de la AFA.

Hoy llegamos a un punto que no tiene vuelta atrás.

Se puede entender (no justificar) que la violencia que vivimos diariamente sea cada vez mayor y más preocupante en gran parte de la población. Lo inadmisible es que una institución destinada a velar por la seguridad de la población sea quien genera los hechos de violencia e inseguridad.

La policía no genera confianza. Genera miedo, rechazo, desconfianza e intranquilidad.

Es hora de cambiar.

La dirigencia de San Lorenzo debe exigir a la Ministro de Seguridad que la Policía se abstenga de ser la encargargada de la seguridad en los eventos en los que participe el Club.

Independientemente que la autopsia a Ramón diga que murió atragantado por un chicle, que ya salió muerto de su casa o que lo atropelló el tren; todos sabemos lo que pasó. Todos sabemos QUE fue lo que terminó con su vida. Y todos sabemos el nombre genérico del asesino.

Si permitimos que ellos sigan “velando por nuestra seguridad”, seremos cómplices de los asesinos de nuestra gente.

CON HINCHAS SE JUEGA


Por GodDylan – Foro www.deboedovengo.com - 2011-03-23


San Lorenzo tiene que romper con las normas establecidas por gente temerosa de poner las bolas donde hay que ponerlas.

Gente que le ha hecho mucho daño al fútbol con sus ideas mal concebidas, Castrillis, Gámez, Grondonas, postulantes del jugar sin visita, de sancionar estadios (!?) como si los estadios fueran asesinos, socios de la policía, a quienes les asignan operativos costosos y grandilocuentes para cuidar a tres mil boludos que van entregados a cualquier cancha.

A mí dejame salir con quince mil cuervos de Liniers, te juego plata que la Pandilla ni asoma la nariz, y la cana va a tener que trabajar en serio.

A Ramón lo mató la policía.

Lo ensuciaron, dijeron que no tenía entrada y que estaba drogado para justificar una golpiza terminal.

¿POR QUÉ ENTONCES ESTAMOS HABLANDO DE JUGAR SIN HINCHAS SI EL ASESINO ES UN POLICIA? ¿SI NO HUBO ENFRENTAMIENTO DE PARCIALIDADES?

SAN LORENZO NO FUE A BUSCAR A VELEZ. EL ÚNICO INTENTO DE AGRESIÓN PROVINO DE “LA FAMILIA VELEZANA”.

¿NADIE DICE NADA? ¿POR QUÉ GENERALIZAN HABLANDO DE VIOLENCIA EN EL FÚTBOL CUANDO UN HINCHA DE SAN LORENZO MUERE A MANOS DE LA FUERZA DE SEGURIDAD QUE A DURAS PENAS PUDO CONTENER A 50 PELOTUDOS DE VÉLEZ QUE SE HACIAN LOS PORONGAS?

Están ensuciando a Ramón, algunos medios han comentado en sus editoriales que Ramón portaba un porro y no tenía entrada. Ayer el abogado explicó que siempre tuvo la entrada con él. Es una campaña de desprestigio para fundamentar una muerte absurda.

Que esa muerte quede engrosando una estadística o sea punto de inflexión en esta historia depende de San Lorenzo.

De su gestión en los escritorios, de no ir a la AFA con cara de hicimos lío, sino con cara de TU MANEJO DEL FÚTBOL ME MATÓ UN HINCHA. TUS IDEAS PROHIBITIVAS GENERAN VIOLENCIA, TUS NEGOCIOS CON LA POLICÍA Y LA PRENSA ME MATARON UN SOCIO, TU DEDO SEÑALANDO AL MUERTO EN LUGAR DE A LOS RESPONSABLES MATARON UN HINCHA MÁS.

Y a no olvidarse, que
Gámez se cansó de pegarle a Grondona, pero en el ‘98 se fue al mundial de Francia en el mismo avión que bancó don Julio, y a Vélez nunca lo cagaron, así que no rompan las pelotas los cagones.

Este es el momento en que San Lorenzo le tiene que devolver a la AFA todas las tocadas de orto que nos regaló desde que está el viejo puto en su sillón.

Tenés que meterle la VUELTA A BOEDO, porque Grondona no te quiere en Boedo.

Tenés que meterle el CON HINCHAS SE JUEGA, porque el viejo no te quiere en la cancha sino frente a la tele.

LA PARTE QUE NOS TOCA

Se jugó con hinchas, no como nosotros queríamos, sino COMO DEBE SER.

La seguridad te la brinda la policía y el club local que pone a su disposición costosas cámaras, presupuestos, seguridad interna, habla con la barra y le pide calma, etc...

La hinchada de San Lorenzo llega PACÍFICAMENTE, CUSTODIADA, se la hace pasar por calles mal protegidas, con muchos hinchas de Vélez agazapados para tirar piedras y provocar como lo hacen siempre.

¿CUÁL ES LA PARTE QUE NOS TOCA???

UN POLICIA SE ZARPA Y MATA A UN HINCHA... NO HUBO ENFRENTAMIENTO NI INTENTO DE ENFRENTAMIENTO POR PARTE DE SAN LORENZO.

¿QUÉ PARTE NOS TOCA???

POR EL AMOR DE LORENZO MASSA, COMO CUERVO Y SIN BANDERA IDEOLÓGICA TE LO PREGUNTO HERMANO: ¿QUÉ PARTE LE TOCA A SAN LORENZO?

¿SIEMPRE HACIENDO MEA CULPA, SIEMPRE AGACHANDO LA CABEZA, SIEMPRE PONIENDO EL CULO PARA QUE LOS MODELOS SEAN ESTUDIANTES, LANUS O VELEZ???

¿QUE PARTE NOS TOCA???

¿CERRAR EL CAJÓN Y DARTE MEDIA VUELTA PARA IRTE A TU CASA???

No... La parte que te toca es la de sacar pecho, levantar la cabeza y darte cuenta que Ramón puede ser cualquiera de nosotros.

La parte que te toca es la de comprometerte a cambiar estas normas impuestas por gente que nunca pisó una tribuna como JAVIER CASTRILLI, que ante el miedo del desborde prefiere tribunas vacías, que cuando se convirtió en artista exclusivo de la TV, comenzó a ejercer cargos públicos con la prohibición en una mano y la intolerancia y soberbia en la otra, siendo FUNCIONAL AL MONOPOLIO Y SU SOCIO JULIO GRONDONA, amantes del público de TV.

La hinchada de San Lorenzo no puede faltar a esta cita.

No es política, NO ES POLITICA: ES IDENTIDAD.

Tenemos la identidad resquebrajada por la AFA, nos soltó la mano en el ‘81, no hizo nada por defender un patrimonio del FÚTBOL ENTERO como lo era el GASÓMETRO. NOS CAGÓ SISTEMÁTICAMENTE 20 AÑOS y nos quiso cagar de nuevo, justamente en Liniers, justamente con CASTRILLI cuando le anulan el gol a Silas y le dan un penal inexistente a Vélez, NOS QUISO CAGAR LA FIESTA EN LINIERS ESE HIJO DE PUTA.

Es ahora el momento, la bandera de Ramón tiene que levantarse en lo más alto y clavarse en el corazón de una AFA corrupta, con un líder viejo y obsoleto, único funcionario que sobrevive en su cargo desde el gobierno de facto.

LA PARTE QUE NOS TOCA ES LA DE LA DIGNIDAD. NOS ESTAN SACANDO LO POCO QUE NOS QUEDA DE IDENTIDAD: LA HINCHADA DE SAN LORENZO ES PARTE DE NUESTRO DNI.

San Lorenzo sin su gente atrás del arco es menos San Lorenzo.

domingo, 20 de marzo de 2011

Todos los que hayan visto, por favor declaren


Ramón Aramayo

¿LO MATÓ LA POLICÍA?


(Télam) El hincha de San Lorenzo murió por un edema y una hemorragia pulmonar


La autopsia al cadáver del hincha de San Lorenzo Ramón Aramayo determinó que el hombre murió como consecuencia de un edema y una hemorragia pulmonar y cerebral, y que presentaba algunas lesiones producto de golpes que, en principio, no fueron mortales.

Fuentes judiciales dijeron a Télam que Aramayo presentaba un aumento en el tamaño del corazón y los peritos forenses ordenaron realizar análisis complementarios histopatológicos y toxicológicos para determinar si la muerte fue natural.

Según los investigadores, el cuerpo del hincha de San Lorenzo presenta lesiones en las mejillas, en las rodillas y en los codos, como así también en la región dorsal que, se cree, pudieron haber sido producidos durante el forcejeo con los policías que lo detuvieron en el cacheo previo al ingreso al estadio.

De todas formas, los pesquisas señalaron, en base al resultado de la autopsia, que las lesiones "no tienen idoneidad para provocar la muerte, pero si el occiso tenía alguna patología previa, pudo haber acelerado el deceso".

Ante esta situación, los médicos determinaron que Aramayo presentaba el corazón aumentado de tamaño y se sospecha que la situación de estrés pudo haber ayudado a desencadenar su cuadro.

Pero para determinar si se trató de una muerte natural, los peritos ordenaron realizar nuevos estudios complementarios histopatológicos y toxicológicos, cuyo resultado demorará algunos días.

viernes, 18 de marzo de 2011

Cine Clásico Dislate


Carlos Bardo y sus amigos celebran todos los viernes un Almuerzo de los Tontos, esto es: cada uno lleva consigo a la persona más idiota que haya podido encontrar, y al final de la tarde eligen al más idiota de todos...

Este martes Carlos Bardo está un poco nervioso, no ha logrado encontrar a ningún idiota, y pide ayuda a uno de sus amigos. Éste (Carlos Ladrington), mientras va en el tren camino su casa, conoce a Fernando Raffaining, un dirigente de una Sociedad de Fomento apasionado por querer defecar más alto que lo que le da su upite...

El viernes Carlos Ladrington se quedó en su casa con Fernando para conocerlo, y probar si es un auténtico tonto. ¡El campeón de los tontos! Pero ese mismo día, por la mañana mientras Carlos Bardo jugaba al golf ha tenido un pequeño percance, y le duele mucho la espalda, con lo que no puede ir al almuerzo. Y se encuentra en su casa con Fernando, a partir de aquí empiezan a ocurrir situaciones de lo más cómicas…

HOY, SENSACIONAL ESTRENO

miércoles, 16 de marzo de 2011

Reportelme


Juan Román Freezelme, el mediocampista de los niñitos roñosos de la ribera que supo capitalizar un contrato millonario a cambio de nada, agradeció, en diálogo con Dislate Radio, no haber participado del último encuentro ante San Papá por Siempre Lorenzo, ya que de esa manera dejaba “a esos mediocres perdedores que me tocaron en suerte como compañeros que se prendan fuego solitos, igual que el ‘cara de mierda’ del arrastrado del técnico de equipo chico”, según se lo escuchó decir en el trayecto desde Casa Amarilla hasta el Inodoro (se detuvo tres veces a descansar).

Al ser consultado por el resultado del clásico ante su Papá por Siempre San Lorenzo, respondió “me chupa un huevo, yo estaba escuchando cumbia con mi MP3 y, la verdad, no presté mucha atención”, para agregar “vi que entró el amarguito buchón alcahuete de Traidoriti para dar vuelta el partido y… jajajajajajajaaaa…”.

Sobre su futuro destacó “no sé, cobraré un par de años más y me retiro… total… ¡los descerebrados me siguen aclamando!”, hizo una pausa y concluyó “¡COMO AL PIPI!!! JAJAJAJAAAAAAAAJJAJAJAA”.

lunes, 14 de marzo de 2011



¡Gracias CB!

viernes, 11 de marzo de 2011

ASÍ NOS SIGUE ROBANDO BOCA


Por CB de De Boedo Vengo (www.deboedovengo.com)

Parte 1

Desde hace dos temporadas venimos publicando un resumen de los fallos (en su doble acepción) arbitrales registrados en favor de nuestros Hijos y en perjuicio del Ciclón durante los últimos tiempos. A sabiendas del desastroso papel que vienen haciendo los roñosos en este torneo, y la necesidad del establishment por verlos despegar, es importante recordar la lista actualizada de las veces que nos metieron la mano en el bolsillo. Eso sí, ármese de paciencia, porque la enumeración es tan extensa como repugnante.

No hace falta retrotraerse a los controvertidos arbitrajes de Bartolomé Macías, allá en los albores del profesionalismo, ni recordar los goles inexplicablemente anulados por Lamolina (2-2 en el ´89) o Loustau padre (1-1 en el ´91). Está claro que a ellos los ayudaron siempre, en todas las épocas (y contra nosotros, más).

Y que por eso es tan reconfortante ganarles y adquiere tintes épicos tenerlos abajo en el historial (lo cual implica pisarle la cabeza al poderoso y a todos los que lo apalancan: la AFA, el Arbitraje, los Medios, el Sistema). Pero resulta alarmante el nivel de impunidad con el que los Bosteros vienen actuando desde hace un tiempo ante la total pasividad -que a esta altura ya es complicidad- de nuestros directivos. El Sargento Giménez, Héctor Baldassi, Mario Korn y el Triangular Pompilio, entre otras referencias, son heridas aún abiertas, demasiado recientes, que nos costaron títulos locales e internacionales.

El 20 de noviembre de 2003, San Lorenzo -dirigido por Gorosito- jugó en la Bombonera, frente al Boca de Bianchi, un partido que nunca debió haberse disputado. Al menos, no en esa fecha. Ambos clubes peleaban cabeza a cabeza´ el Apertura, aunque nuestros Hijos también tenían la mente puesta en Japón. Por eso, solicitaron adelantar el encuentro para el 20/11. La dirigencia azulgrana (encabezada por la dupla Guil-Savino) aceptó, sin considerar que por entonces medio equipo titular -casi literalmente- estaría representando a la Selección Sub 20 en el exterior (Gonzalo Rodríguez, Jonathan Bottinelli, Walter García, Pablo Zabaleta y Walter Montillo). Para cuando pidió atrasar unos días el cotejo, ya era demasiado tarde: se topó con una rotunda negativa. Paralelamente, Boca recurrió a un recurso de amparo para impedir que Tevez -que estaba lesionado- viajara con la selección juvenil y fuera habilitado para jugar el resto del torneo local y la Intercontinental. Su pedido fue una orden. Y se cumplió a rajatabla.

Pero eso no fue todo, porque a semejante película de terror le hacía falta un actor protagónico de la talla de Daniel Giménez, nefasto personaje que supo ensuciar como pocos al -ya de por sí nada transparente- referato nacional. Entre otros dislates, el sargento´ amonestó erróneamente por simular a Luna y a Barrientos, a los que impunemente molieron a patadas toda la tarde, y expulsó a Diego Capria (por intento de agresión a Iarley cuando éste, que no fue siquiera apercibido, no lo dejaba jugar un tiro libre) y a Morel Rodríguez, por doble amarilla. Después del partido, Giménez regaló simpáticamente sus tarjetas entre los simpatizantes de Boca (al menos así lo inmortalizaron los periódicos).

Gorosito, por su parte, fue contundente: "Yo recién comienzo y puedo ser buen o mal técnico, más o menos ofensivo, pero hay poderes contra los que no se puede pelear. Perdimos por eso, está claro. A mí no me sirve un carajo que me den dos laterales en la mitad de cancha. Me dan asco estas cosas". Carlos Datria, por entonces secretario del club, añadió nafta al fuego: "Tras el despojo de Giménez, se ve que los premios son para los ventajeros. Dimos cinco juveniles al Sub 20 y nos pagan con un arbitraje que nos dejó afuera del campeonato. Propondré que Giménez no nos dirija nunca más". Mucho más naif fue la visión de Savino: "el arbitraje nos perjudicó mucho, me queda una sensación amarga. No me arrepiento de la cesión de los chicos porque hay que cumplir los reglamentos, si no sería un viva la pepa´. Me siento impotente, pero ya saldrá un tiro para el lado de la justicia. A la larga, gana la verdad". Sin palabras.

Algunos meses después, el 22 agosto de 2004, la Bombonera fue sede de un nuevo robo xeneize ante su Padre. A primera vista, lo abultado del resultado (3-0 a favor de Boca) podría tornar insensato cualquier análisis sobre la actuación del juez esa tarde; es decir, Héctor Baldassi. Pero veamos qué decía Clarín al respecto: "De entrada, cuando estaban 0-0, le anuló un gol a Michelini por un off side inexistente señalado por el 2º asistente Mario Korn, quien ayer se retiró. Y a los 30, no le mostró la segunda amarilla -y consecuente roja- a Carreño por fingir una infracción idéntica a la hecha seis minutos antes, simulación que sí había castigado con amonestación. Es imposible saber qué hubiera ocurrido si San Lorenzo arrancaba ganando 1-0, o si quedaba con un hombre más con una hora de juego para remontar el 0-1 cuando Carreño no fue expulsado. Lo que sí es real es que son dos situaciones que tal vez podrían haber modificado el desarrollo". ¿Tal vez, Clarín?

Cabe destacar que Michelini estaba, no uno, sino dos metros habilitado. Y que Korn celebró, consumado el atraco, su despedida sacándose fotos con un banderín de Boca y con los jugadores de tan desagradable club. Pablo Zabaleta opinó lo siguiente: "Siempre nos pasa lo mismo con Boca: jugamos contra once y también contra algo más. El árbitro nos dice que anuló el gol de Michelini por posición adelantada. Y el línea dice que cobró falta. No sé si el resultado hubiese variado. Pero lo único que quiero es que se terminen estas manitos". Lamentablemente, las manos negras no se terminarían. Lo peor estaba por venir.

Esta historia sigue en la oscura noche del 29 de septiembre de 2004. En Salta, en plena copa Sudamericana, San Lorenzo y Boca definían una llave de cuartos de final con el arbitraje de Claudio Martín. En la ida, el Ciclón se había impuesto por la mínima diferencia. Y la revancha había arrancado de manera inmejorable: 1-0 arriba (con un cabezazo de patita´ Pereyra). Pero lo que siguió fue, francamente, una vergüenza. En la semana previa, Michelini había activado la señal de alarma. "Nosotros sabemos que va a ser un partido diferente al que jugamos hace poco en la Bombonera. Pero no queremos volver a encontrarnos con sorpresas", aseguró el capitán, recordando su gol anulado. De poco sirvió la apertura de paraguas. En el reducto salteño, insólitamente volverían a invalidarle un tanto legítimo que hubiera significado, ni más ni menos, estar 2-1 arriba en el marcador antes de la exagerada expulsión a Jonathan Santana y, obviamente, del 1-2 que motivó la definición por penales.

De acuerdo con Clarín, "a Abbondanzieri se le escapó la pelota en un centro frontal, Michelini capitalizó el error del arquero y definió. El volante apoyó su mano en el brazo del arquero y Claudio Martín interpretó que lo desestabilizó. No se vio falta en TV y hasta el Pato, sincero, dijo: se me escapa la pelota´". Decretada la eliminación, Michelini volvió a alzar la voz: "En los partidos con Boca, sea quien sea el árbitro, todas las jugadas dudosas son para ellos. Es así y no hay vuelta que darle". Algún dirigente, en tanto, fue un poco más allá y denunció públicamente la existencia de una campaña para favorecer a Boca y a River. Claro que su denuncia mediática nunca dejó de ser simplemente eso (y con escaso rebote, por cierto). Un par de meses después, para que la injusticia fuese aun mayor, los bosteros se consagraron campeones de la Sudamericana.

Hablando de destino fatídico, mencionemos al pasar el 27 de agosto de 2006. Sí, el día del 1-7. ¿Qué puede uno objetar ante un resultado tan abultado, verdad? Un detalle nomás: el primer gol de Palacio (no cualquier gol, el que abrió la goleada a los 22 minutos del primer tiempo) fue posible gracias a un offside fragrante, una posición adelantada de al menos un metro y medio. ¿La terna arbitral? Gabriel Favale, Claudio Rossi y Ricardo Casas.

Parte 2

En este segundo segmento, ente algún otro, presentamos el mayor de los despojos sufrido por San Lorenzo: el Triangular 2008, que contó también con la complicidad de nuestros dirigentes y de nuestros jugadores.

El 2 de noviembre de 2008, tres días después de la muerte del presidente de Boca, Pedro Pompilio (considerado "como un hijo" por Julio Grondona), un San Lorenzo puntero -pero en plena guerra interna por los premios- visitaba la Bombonera. Con la destacada actuación de Sergio Pezzotta -que regaló el tiro libre del que provino el gol de Riquelme, ignoró un claro penal a Barrientos, no expulsó a Viatri tras meter una patada descomunal e informó a Ledesma post partido-, Boca se impuso 1-0 y así nos alcanzó en lo más alto. Semana tras semana se sucedieron llamativos e innumerables "errores" que beneficiaron a los de la Ribera y los mantuvieron en la cima (recordemos, por caso, el gol de Independiente no cobrado -y luego "retocado" tecnológicamente por Fútbol de Primera- y los arbitrajes de Lunati ante Racing y de Collado en Tucumán, entre otros episodios bochornosos).

Y así se llegó al Triangular. Todo esto está fresco, lo sabemos, pero resulta inevitable repasarlo. Gracias a un sorteo que se había prometido televisar -cosa que nunca ocurrió-, San Lorenzo fue obligado a jugar contra Tigre y, acto seguido -ganase, perdiese o empatase-, enfrentar a Boca. Por ende, si el Ciclón triunfaba en sus dos partidos, el tercero (Boca-Tigre) no debía jugarse y el negocio de la TV dejaba de transmitir una final. Un absurdo absoluto. Ni hablar de la desventaja deportiva que implicaba tener menos horas de descanso y ninguna posibilidad de especular con el resultado.

Pero si quedaba alguna esperanza de campeonar, Laverni, en Vélez, y Baldassi, en Racing, se encargaron de sepultarla por completo. El primero, frente a Tigre, dejó de cobrarnos -a falta de uno- ¡tres penales a favor! "Hay que avisarle que esto se define por diferencia de gol", se quejó Russo. El segundo, ante Boca, cuando el cansancio y la irritabilidad estaban en su punto máximo, se empeñó en sancionar cada pelota dividida para nuestros hijos y así terminó de sacarnos del medio. ¿Algo más? Sí, San Lorenzo jugó ambas finales, bien entrado diciembre, bajo el rayo del sol y sin ejercer su legítima condición de local (es decir, en la sede elegida y con una mayor proporción de localidades). El partido definitorio entre Boca y Tigre, por supuesto, se disputó a la noche y sin tantas restricciones en la venta de entradas.

La tarde del 10 de mayo de 2009, con arbitraje de Federico Beligoy (acompañado por Gustavo Esquivel y Horacio Herrero como asistentes), San Lorenzo y Boca empataron 1-1 en el Bidegain. Esta vez el cotejo no tenía una significancia determinante, pero igualmente las ayudas recibidas por nuestros hijos fueron escandalosas. De hecho, el ¿gol? (todavía estamos esperando las repeticiones televisivas o las tomas desde distintos ángulos para determinar si el balón ingresó en su totalidad) de Boca sólo fue divisado por el línea nº 1 (Esquivel), mientras que una alevosa mano de Forlín dentro del área fue soslayada tanto por el árbitro como por el línea 2 (Herrero). Ante la magnitud de la evidencia, el propio Beligoy admitió: "Me lo comí. Fue penal. Un jugador de San Lorenzo saltó y me tapó la visión". Y a nosotros nos tapó el agua. Sí, a vos, a él, a mí. A todo el fútbol argentino hace rato que lo tapó el agua. Y para peor, es un agua turbia, podrida, nauseabunda. Como la del Riachuelo.

Cerremos el listado con los despojos sufridos en la derrota 0-2 del 25 de abril de 2010: dos penales a favor no sancionados por Favale (un agarrón de Medel que la transmisión televisiva nunca repitió y una escandalosa mano del propio chileno -tras un cabezazo de Romeo- que Marcelo Araujo y Julio Ricardo se encargaron de minimizar, pese a que desde el mismísimo banco de suplentes de Boca se la reconocía), un gol anulado a Aureliano Torres por una supuesta salida de la totalidad del balón en el centro previo (¡qué buena vista la del línea!) y un par de agresiones sin pelota (una piña y un sillazo, para ser más específico) del lateral Monzón al pibe Martínez que no fueron sancionadas, por sólo nombrar lo más relevante.

¿Querrá el controvertido Pablo Lunati, juez designado para el próximo sábado, sumarse a esta extensa lista negra?

¿Serán sus colaboradores los protagonistas de un nuevo capítulo de esta triste historia?

¿Seguirán complotando contra la paternidad más larga del fútbol argentino?

¿Tendremos que seguir refritando esta nota con material agregado año tras año?

Demasiadas preguntas sin respuestas, al menos hasta el sábado por la noche. Y aunque desde este lado sólo se exige Justicia (no queremos ninguna ayuda del Poder, estamos orgullosos de vivir sin ellas), sumemos una inquietud más, para que mediten los memoriosos: ¿Es capaz de recordar alguna "equivocación" arbitral en favor de San Lorenzo ante Boca?

Quédese tranquilo si no lo logró, le garantizamos que lo suyo no es amnesia.

¿Fin?