Detienen a dos policías sospechados de integrar una banda de secuestradores
Se trata de efectivos de la Comisaría 44; también estarían involucrados barra bravas del club Vélez Sarsfield; Aníbal Fernández dijo que la mayoría de los miembros de la fuerza "es gente honesta"
Martes 10 de marzo de 2009 14:17 (actualizado hace 745 días)
Dos agentes de la Policía Federal fueron detenidos y un tercero permanece prófugo, acusados de integrar, junto a supuestos miembros de la barra brava del club Vélez Sarsfield, una banda que secuestró con fines extorsivos a dos personas con antecedentes, a una de las cuales le habrían pedido 40 mil dólares.
Los tres policías involucrados fueron identificados como el cabo Héctor Miño, el ayudante Patricio Eduardo De Rose (ambos de la comisaría 44 con jurisdicción en Liniers) -quienes fueron detenidos- y el oficial subinspector Enrique Omar Zabala (de la seccional 35, de Belgrano) quien permanece prófugo, confirmó el ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández.
Ante este hecho, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, se mostró indignado. "La fuerza está para otra cosa", dijo Fernández en declaraciones al canal Todo Noticias. Además, dijo que "la policía está formada por un 99.0 % de gente honesta", y que los casos delictivos en la federal "son muy pocos".
Personal de Asuntos Internos y de la División Antisecuestros de la Policía Federal allanó esta tarde la seccional 44, ubicada en Manuel Porcel de Peralta 726.
Dos altos jefes de la Policía Federal señalaron que la investigación se inició el año pasado a partir de la propia denuncia de Asuntos Internos de la fuerza que le dio intervención al fiscal Federico Delgado y el juez Marcelo Martínez de Georgi, ambos del fuero federal porteño.
En la causa, caratulada como averiguación de secuestro extorsivo, el fiscal Delgado solicitó al juez Martínez de Georgi la detención de los tres efectivos sospechosos y de tres barra bravas del club Vélez Sarsfield que, según la investigación, actuaban en complicidad con los policías.
Los policías imputados, en un requerimiento elevado por el fiscal federal Federico Delgado, son el subinspector de la comisaría 35, Enrique Omar Zavala, y los suboficiales que revistan en la comisaría 44. Héctor Miño y Patricio Eduardo De Rose. También imputó el Ministerio Público a los civiles Christian Gabriel Galluzzi, Fernando Maximiliano Morales y Héctor Mariano Gastón Hierro, pero no trascendió la identidad del cuarto civil que estaría involucrado.
Extorsiones. Según la investigación, que cuenta con escuchas telefónicas comprometedoras para los policías, los efectivos solían arrestar o realizar falsos operativos contra delincuentes a los que les exigían dinero para liberarlos o para no armarles causas.
El principal hecho ocurrió a las 20 del 4 de enero pasado, cuando fueron privados ilegalmente de su libertad Jorge Gregorio Díaz y Alejandro Ernesto Romano, en una casa de Manzoni 362, en Liniers, desde donde los llevaron y retuvieron en autos no identificables con balizas en el techo y vidrios polarizados, en jurisdicción de la comisaría 44.
En las nueve carillas del dictamen -al que accedió Télam-, Delgado explicó que "mientras recorrían la zona jurisdiccional de la seccional 44, (los captores) mantuvieron sendas comunicaciones telefónicas con familiares y amigos de Díaz, a quienes le exigieron la entrega de 40.000 dólares para su liberación".
Respecto de Zabala, De Rose y Miño, el fiscal quiere que sus conductas se agraven "por su condición de policías en servicio de la seccional 44 (al momento de los hechos) y, de esa forma, aprovecharon su condición de tales -ya que habrían utilizado la vestimenta y armamento entregado por la fuerza- para poner en cautiverio a una persona".
Delgado también explicó en su pedido de indagatoria que los policías se "valieron de una víctima que se encontraba en situación de vulnerabilidad por cuanto se trata de una persona que estaría involucrada en una causa penal, con las limitaciones que eso podría significar para acceder a la justicia a fin de realizar la denuncia".
El fiscal aludió, además, a un encuentro que habría tenido el coche de los captores con un patrullero de la 44, "lo cual no hace más que confirmar que los secuestradores conocían al personal policial de la zona, o bien que se trataba de personas que integran esa misma fuerza".
En el dictamen, se le pide al juez que disponga el allanamiento de las casas de los imputados y de los "casilleros personales" de los policías en las "respectivas dependencias policiales donde prestan servicio".
En la causa hay escuchas telefónicas de las que se desprende que los policías también cometieron otro tipo de extorsiones a narcotraficantes a los que no sólo les sacaban dinero, sino también a droga para venderla.
Uno de los altos jefes policiales consultados lamentó, en diálogo con Télam, que la causa haya trascendido a los medios, ya que estaban colectando las pruebas suficientes para poder detener y procesar a los policías investigados.
Agencias DyN y Télam
Se trata de efectivos de la Comisaría 44; también estarían involucrados barra bravas del club Vélez Sarsfield; Aníbal Fernández dijo que la mayoría de los miembros de la fuerza "es gente honesta"
Martes 10 de marzo de 2009 14:17 (actualizado hace 745 días)
Dos agentes de la Policía Federal fueron detenidos y un tercero permanece prófugo, acusados de integrar, junto a supuestos miembros de la barra brava del club Vélez Sarsfield, una banda que secuestró con fines extorsivos a dos personas con antecedentes, a una de las cuales le habrían pedido 40 mil dólares.
Los tres policías involucrados fueron identificados como el cabo Héctor Miño, el ayudante Patricio Eduardo De Rose (ambos de la comisaría 44 con jurisdicción en Liniers) -quienes fueron detenidos- y el oficial subinspector Enrique Omar Zabala (de la seccional 35, de Belgrano) quien permanece prófugo, confirmó el ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández.
Ante este hecho, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, se mostró indignado. "La fuerza está para otra cosa", dijo Fernández en declaraciones al canal Todo Noticias. Además, dijo que "la policía está formada por un 99.0 % de gente honesta", y que los casos delictivos en la federal "son muy pocos".
Personal de Asuntos Internos y de la División Antisecuestros de la Policía Federal allanó esta tarde la seccional 44, ubicada en Manuel Porcel de Peralta 726.
Dos altos jefes de la Policía Federal señalaron que la investigación se inició el año pasado a partir de la propia denuncia de Asuntos Internos de la fuerza que le dio intervención al fiscal Federico Delgado y el juez Marcelo Martínez de Georgi, ambos del fuero federal porteño.
En la causa, caratulada como averiguación de secuestro extorsivo, el fiscal Delgado solicitó al juez Martínez de Georgi la detención de los tres efectivos sospechosos y de tres barra bravas del club Vélez Sarsfield que, según la investigación, actuaban en complicidad con los policías.
Los policías imputados, en un requerimiento elevado por el fiscal federal Federico Delgado, son el subinspector de la comisaría 35, Enrique Omar Zavala, y los suboficiales que revistan en la comisaría 44. Héctor Miño y Patricio Eduardo De Rose. También imputó el Ministerio Público a los civiles Christian Gabriel Galluzzi, Fernando Maximiliano Morales y Héctor Mariano Gastón Hierro, pero no trascendió la identidad del cuarto civil que estaría involucrado.
Extorsiones. Según la investigación, que cuenta con escuchas telefónicas comprometedoras para los policías, los efectivos solían arrestar o realizar falsos operativos contra delincuentes a los que les exigían dinero para liberarlos o para no armarles causas.
El principal hecho ocurrió a las 20 del 4 de enero pasado, cuando fueron privados ilegalmente de su libertad Jorge Gregorio Díaz y Alejandro Ernesto Romano, en una casa de Manzoni 362, en Liniers, desde donde los llevaron y retuvieron en autos no identificables con balizas en el techo y vidrios polarizados, en jurisdicción de la comisaría 44.
En las nueve carillas del dictamen -al que accedió Télam-, Delgado explicó que "mientras recorrían la zona jurisdiccional de la seccional 44, (los captores) mantuvieron sendas comunicaciones telefónicas con familiares y amigos de Díaz, a quienes le exigieron la entrega de 40.000 dólares para su liberación".
Respecto de Zabala, De Rose y Miño, el fiscal quiere que sus conductas se agraven "por su condición de policías en servicio de la seccional 44 (al momento de los hechos) y, de esa forma, aprovecharon su condición de tales -ya que habrían utilizado la vestimenta y armamento entregado por la fuerza- para poner en cautiverio a una persona".
Delgado también explicó en su pedido de indagatoria que los policías se "valieron de una víctima que se encontraba en situación de vulnerabilidad por cuanto se trata de una persona que estaría involucrada en una causa penal, con las limitaciones que eso podría significar para acceder a la justicia a fin de realizar la denuncia".
El fiscal aludió, además, a un encuentro que habría tenido el coche de los captores con un patrullero de la 44, "lo cual no hace más que confirmar que los secuestradores conocían al personal policial de la zona, o bien que se trataba de personas que integran esa misma fuerza".
En el dictamen, se le pide al juez que disponga el allanamiento de las casas de los imputados y de los "casilleros personales" de los policías en las "respectivas dependencias policiales donde prestan servicio".
En la causa hay escuchas telefónicas de las que se desprende que los policías también cometieron otro tipo de extorsiones a narcotraficantes a los que no sólo les sacaban dinero, sino también a droga para venderla.
Uno de los altos jefes policiales consultados lamentó, en diálogo con Télam, que la causa haya trascendido a los medios, ya que estaban colectando las pruebas suficientes para poder detener y procesar a los policías investigados.
Agencias DyN y Télam
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