En la tarde del martes, distintas y afiebradas reuniones se mantuvieron en el mundillo del fútbol vernáculo. En exclusiva, Dislate Azulgrana participó de incógnito en una charla entre dos prominentes hombres del gobierno sanlorencista, la que se intenta reproducir con absoluta fidelidad.
- Hétor, me pareze que te fuizte un poco al carajo con lo de la bandera, deslizó un altísimo referente de la entidad de Boedo, mientras renovaba el barniz que recubre el quincho recientemente adquirido.
- Mirá, tarta, ¡no me rompas los huevos! Vos les diste pelota a esos vagos comunistas, y ahora no los arrancamos más del local de la esquina, donde yo quería poner sauna y bingo, replicó el aludido, pispeando por encima de los gruesos cristales que cubren sus ojos. Para luego continuar: - Ahora que goleamos, ¡tengo más fuerza que nunca! ¡Lo próximo que pienso hacer es tirar a la mierda toda referencia al pedófilo ése del cura!, bramó refregándose las manos como si hubiera finalizado una fructífera reventa de tickets.
- No, Hétor, con el Padre no ze jode, viejo. Dezpué loz kilombo me loz banco yo, viejito.
- ¡Vos no te bancás una poronga!, ¡y arrugás con cualquier gil! Dejame a mí que los pongo bien en vereda a esos zurditos del orto. El busto se va a la mierda, y si llegamos al desempate, cuelgo un cartel en Av. La Plata anunciando el inicio de la demolición. ¿O no nos fuimos al descenso cuando estábamos ahí? ¡Es mufa, viejo! Y a la mierda con la vuelta y con esos pelotudos. Acá lo que deja la tarasca es el fútbol: si quieren jugar al badmington o al rango y mida que se vayan a una sociedad de fomento. ¿O vos te creés que en el Barcelona hay torneos de ajedrez? ¡Una verga!
- Hétor, aflojá, en Avenida La Plata ez donde máz zozioz ze anotan, suplicó el devaluado mandamás, ¡me van a inzendiar el quincho!
- Alto favor te harían, te queda como el ukelele, babeta -gruñó entre carcajadas-. Quedate tranca, muñequito, en este Club de cagones no pasa nunca nada. Les demuelo la sede, pongo un Ticketvieck y tenemos liquidez para pagarle resarcimiento a cualquiera de los muchachos que se haga el arisco, y nos queda una buena tajada para llevarnos algún gatito de Marcelo para las reuniones de bloque, ¡je!
El diálogo continuó por similares carriles, ante la visible preocupación del encumbrado dirigente y el creciente entusiasmo del López Rega azulgrana.
- Hétor, me pareze que te fuizte un poco al carajo con lo de la bandera, deslizó un altísimo referente de la entidad de Boedo, mientras renovaba el barniz que recubre el quincho recientemente adquirido.
- Mirá, tarta, ¡no me rompas los huevos! Vos les diste pelota a esos vagos comunistas, y ahora no los arrancamos más del local de la esquina, donde yo quería poner sauna y bingo, replicó el aludido, pispeando por encima de los gruesos cristales que cubren sus ojos. Para luego continuar: - Ahora que goleamos, ¡tengo más fuerza que nunca! ¡Lo próximo que pienso hacer es tirar a la mierda toda referencia al pedófilo ése del cura!, bramó refregándose las manos como si hubiera finalizado una fructífera reventa de tickets.
- No, Hétor, con el Padre no ze jode, viejo. Dezpué loz kilombo me loz banco yo, viejito.
- ¡Vos no te bancás una poronga!, ¡y arrugás con cualquier gil! Dejame a mí que los pongo bien en vereda a esos zurditos del orto. El busto se va a la mierda, y si llegamos al desempate, cuelgo un cartel en Av. La Plata anunciando el inicio de la demolición. ¿O no nos fuimos al descenso cuando estábamos ahí? ¡Es mufa, viejo! Y a la mierda con la vuelta y con esos pelotudos. Acá lo que deja la tarasca es el fútbol: si quieren jugar al badmington o al rango y mida que se vayan a una sociedad de fomento. ¿O vos te creés que en el Barcelona hay torneos de ajedrez? ¡Una verga!
- Hétor, aflojá, en Avenida La Plata ez donde máz zozioz ze anotan, suplicó el devaluado mandamás, ¡me van a inzendiar el quincho!
- Alto favor te harían, te queda como el ukelele, babeta -gruñó entre carcajadas-. Quedate tranca, muñequito, en este Club de cagones no pasa nunca nada. Les demuelo la sede, pongo un Ticketvieck y tenemos liquidez para pagarle resarcimiento a cualquiera de los muchachos que se haga el arisco, y nos queda una buena tajada para llevarnos algún gatito de Marcelo para las reuniones de bloque, ¡je!
El diálogo continuó por similares carriles, ante la visible preocupación del encumbrado dirigente y el creciente entusiasmo del López Rega azulgrana.
Dislate, incansable en la búsqueda de la verdad, mantendrá informados a sus lectores de las más jugosas novedades.
4 comentarios:
I-D-O-L-O
10 pts al posteo, ojo que lo que pusiste no debe estar lejos de lo que piensan estos dirigentes de mierda...
de primera muchachos.
Aguante Dislate.
Saludos de un tal Mónico Momio.
El lopez rega ajajajaj
aunq es para llorar...
Muy grosa esta página!
Es genial lo de Lopez Rega ja
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