LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE: EL ULTIMO DIA DE DE ZAZAZA EN EL AZULGRANA
El Presidente abandonó la Sede de Av.de Abril por la terraza, a las 21.52. Unos minutos antes, le había pedido a un fotógrafo de Dislate que le hiciera la última foto en su despacho. “Dezpuéz mandámela”, le dijo.
Las hélices del helicóptero no se detuvieron en ningún momento y arrancaron un viento como el que precede las tormentas. Sin levantar la vista del piso y con su corbata azul y amarilla flameando, Zazaza corrió unos diez pasos abrazado por Sin-cera y Pozzi. A las 21.52 el helicóptero se perdió en el aire.
Fue en la terraza de la Sede de Av.de Abril y Dislate fue testigo de la ceremonia del adiós. Héctor Anteojito Ladrillo, el más emocionado, se abrazó con José Carpa. Enseguida se sumó Claudio Billete, que tampoco pudo contener las lágrimas.
El encargado de acompañar a Zazaza en el viaje del final fue Héctor Anteojito Ladrillo. La decisión de utilizar el helipuerto de la sede de Av.de Abril se discutió casi tanto como la renuncia. Muchos aconsejaron que saliera disfrazado de Winnie The Pooh, como todos los días. Pero al final se impuso la recomendación de la telefonista suplente.
El helipuerto no se utilizaba desde que Fernando I intentó Gerenciar el club de la mano de YSL.
Tres minutos antes de subir a la terraza, Zazaza salió de su despacho principal y llamó al fotógrafo de Dislate Benito Cámela. "Vení, zacame la foto que me tenéz que zacar", le dijo antes de sentarse en su escritorio. Entonces, los que se emocionaron fueron Pedro Kontratak, Marcelo Conlamano, Gabriel Sodape y algunos empleados. "Dezpuéz mandámela", le pidió Zazaza al fotógrafo antes de colocarse la careta del osito.
En su último día como presidente, Zazaza llegó ayer a la Sede 11.50. Entre reunión y reunión sólo durmió, como siempre. La televisión de su despacho estuvo todo el tiempo con Marce en la pantalla.
A las 16.10 hizo su último discurso, calificado por uno de los íntimos (que lo acompañó hasta el final de la jornada) de "tan autista" como siempre, como cuando habló de los árbitros "Ninguno fue parado por bajaz actuaziones. Brazenas eztuvo lezionado como Bazzi. Ze pueden equivocar a favor como en contra".
"Eztamos aguardando que ze zumen máz dirigentez", dijo antes de comenzar a hablar. Pero ya se habían fugado como ratas.
Ni bien terminó volvió a su despacho. "Ahora vamoz a empezar a hablar con los vocalez", dijo y se encerró en sí mismo. No habló con nadie, obvia y nuevamente.
También Zazaza entendió que los silbidos del sábado a la noche eran un mensaje inapelable. Se tenía que ir ya para evitar males mayores.
"Estoy desde las 8 de la mañana diciéndole que hace falta un cambio de rumbo y no me escucha", se quejó el jardinero. De hecho, cerca del mediodía comenzó a guardar su podadora en una caja. "Ya no podo", le respondió a un periodista de Dislate.
Otro que comenzó a embalar sus cosas desde temprano fue Héctor Anteojito Ladrillo. "Cuántas porquerías se juntan en tan poco tiempo", se quejó. Muchos copiaron su idea y todas las cajas que contenían contratos desaparecieron enseguida.
El Presidente abandonó la Sede de Av.de Abril por la terraza, a las 21.52. Unos minutos antes, le había pedido a un fotógrafo de Dislate que le hiciera la última foto en su despacho. “Dezpuéz mandámela”, le dijo.
Las hélices del helicóptero no se detuvieron en ningún momento y arrancaron un viento como el que precede las tormentas. Sin levantar la vista del piso y con su corbata azul y amarilla flameando, Zazaza corrió unos diez pasos abrazado por Sin-cera y Pozzi. A las 21.52 el helicóptero se perdió en el aire.
Fue en la terraza de la Sede de Av.de Abril y Dislate fue testigo de la ceremonia del adiós. Héctor Anteojito Ladrillo, el más emocionado, se abrazó con José Carpa. Enseguida se sumó Claudio Billete, que tampoco pudo contener las lágrimas.
El encargado de acompañar a Zazaza en el viaje del final fue Héctor Anteojito Ladrillo. La decisión de utilizar el helipuerto de la sede de Av.de Abril se discutió casi tanto como la renuncia. Muchos aconsejaron que saliera disfrazado de Winnie The Pooh, como todos los días. Pero al final se impuso la recomendación de la telefonista suplente.
El helipuerto no se utilizaba desde que Fernando I intentó Gerenciar el club de la mano de YSL.
Tres minutos antes de subir a la terraza, Zazaza salió de su despacho principal y llamó al fotógrafo de Dislate Benito Cámela. "Vení, zacame la foto que me tenéz que zacar", le dijo antes de sentarse en su escritorio. Entonces, los que se emocionaron fueron Pedro Kontratak, Marcelo Conlamano, Gabriel Sodape y algunos empleados. "Dezpuéz mandámela", le pidió Zazaza al fotógrafo antes de colocarse la careta del osito.
En su último día como presidente, Zazaza llegó ayer a la Sede 11.50. Entre reunión y reunión sólo durmió, como siempre. La televisión de su despacho estuvo todo el tiempo con Marce en la pantalla.
A las 16.10 hizo su último discurso, calificado por uno de los íntimos (que lo acompañó hasta el final de la jornada) de "tan autista" como siempre, como cuando habló de los árbitros "Ninguno fue parado por bajaz actuaziones. Brazenas eztuvo lezionado como Bazzi. Ze pueden equivocar a favor como en contra".
"Eztamos aguardando que ze zumen máz dirigentez", dijo antes de comenzar a hablar. Pero ya se habían fugado como ratas.
Ni bien terminó volvió a su despacho. "Ahora vamoz a empezar a hablar con los vocalez", dijo y se encerró en sí mismo. No habló con nadie, obvia y nuevamente.
También Zazaza entendió que los silbidos del sábado a la noche eran un mensaje inapelable. Se tenía que ir ya para evitar males mayores.
"Estoy desde las 8 de la mañana diciéndole que hace falta un cambio de rumbo y no me escucha", se quejó el jardinero. De hecho, cerca del mediodía comenzó a guardar su podadora en una caja. "Ya no podo", le respondió a un periodista de Dislate.
Otro que comenzó a embalar sus cosas desde temprano fue Héctor Anteojito Ladrillo. "Cuántas porquerías se juntan en tan poco tiempo", se quejó. Muchos copiaron su idea y todas las cajas que contenían contratos desaparecieron enseguida.
(*) Extractado del Libro San Lorenzo 200 años de Estiven Espilver
1 comentario:
Puto el que lee
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