Por CrOsTI (crosti@dislateazulgrana.com)
Había una vez un gordito
simpático y camerusero, que ligó buena y le dieron la chance de hacerse cargo
de un equipo grande después de una temporada vendiendo humo en un equipo chico
del interior, que cuando se dio cuenta de su impericia, ya era tarde.
Este gordezuelo chamuyero,
viendo que lo poco que dominaba no daba resultado, decidió, como manotazo de
ahogado, dar un golpe de timón imprescindible para dar vuelta la racha negativa
que su juego provocó, y ordenó “achicar la cancha”. Esta medida fue largamente
festejada por este escriba, dado que 350 m2 menos de césped generan
un porcentaje pequeño, es verdad, pero porcentaje al fin, de fútbol horrible
que nuestros adorados players nos infligen dentro del campo de juego.
Claro está que el voluminoso
ex pandillero no lo hizo con este fin, sino con la expectativa de dominar,
sumir, humillar, y hacer morder el polvo de la ignominia a los rivales de
turno, seguramente subido a la ola de resultados exitosos en campos de juego de
reducidas dimensiones que acostumbramos a festejar en los últimos tiempos (¿?).
No obstante, semejante tontera,
no sería la única decisión solicitada por el mofletudo entrenador. Nuevas
medidas están en camino, a saber:
1) Jugar con arcos de hockey sobre
césped. Esta, actuaría como doble propósito. Por un lado, el incalificable
jumento que ocupa nuestro arco, debido a su enorme tamaño, podría, finalmente,
cubrir alguna vez, un mano a mano. Por otra parte, la reducción del tamaño del
arco, vendría de perillas para el excusómetro de nuestros delanteros y DT,
quienes ya no tendrían que recurrir a la muy gastada metáfora de los “micros
adelante del arco”, y bastaría con un simple “nos metieron un karting y un
triciclo adelante del arco”, incorporando de paso, el interés de un nuevo target
de público ampliamente deseado por los especialistas en MKT, los infantes.
2) Acortar los períodos de
tiempo. De dos de 45 minutos más el recuperado (¿?), se solicitará uno de 25
minutos, medida apoyada fervientemente por los gladiadores, dado que el actual
lo consideran insalubre por el stress que conlleva tener que “deslomarse”
durante más tiempo.
3) Incorporar un 12° Jugador
al equipo. Esta nueva incorporación no se utilizaría para cubrir alguna
posición en el equipo, sino que tendría como objetivo permitir al “brujo
oficial” (contratado por nuestro brillante presidente), ir “limpiando” de
espíritus negativos las zonas que transitan nuestros luchadores del balón-pie.
Seguramente, estas nuevas
medidas, como la ya puesta en marcha, no harán otra cosa que demostrar la
seriedad y la enjundia con que la gente que tiene a su cargo los destinos del
club, lleva adelante la tarea de hacer cada día más grande a nuestra amada
institución.
Por mi parte, y para aportar
con la mejor de las ondas, les sugiero que siguiendo con la temática de
“recortes”, que empiecen a economizar en algunos gastitos superfluos… No
estaría nada mal, por ejemplo, comenzar por sugerir un retiro elegante (¿?) a
los abnegados integrantes de la Secretaría Técnica, con la recomendación de que
se vayan a delinquir a las rutas y/o a alguna vagina de alguna de sus antecesoras.
Por último, un mensaje para
los dirigentes, técnicos, jugadores y focas:
No somos RiBer. No somos
Buracán.
¡SÉPANLO!!!