Previo a la sesión de fotos y al ágape programado por el oficialismo por la devolución y escrituración del predio de 4.501 m2 (Plaza Lorenzo Massa) ubicado en el barrio porteño de Boedo, en el cruce de las calles Salcedo y José Mármol, Dislate Azulgrana tuvo un pequeño encuentro con el Presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, quien se mostró alegre y entusiasta.
Consultado por el destino del terreno, el mandamás respondió “todavía no tenemos muy en claro nada, ¡nos tomó por sorpresa! Vamos a ver qué onda. Por un lado queremos hacer algo groso e infernal y por otro queremos volver a las fuentes. Antes los pibes se la pasaban todo el día dándole a la pelotita en cualquier baldío y gracias a eso tuvimos jugadores de la talla de Farro, Pontoni, Martino y tantos otros”, para agregar, mientras el fotógrafo le acomodaba el cuello de la camisa “bueno, la idea es que haya muchos de esos en el barrio y que nuestros gurrumines tengan un lugar donde jugar un picadito”.
Ante la pregunta por la construcción de un Microestadio, sentenció entre admiración, confusión y risas “¿ehhh! ¡Noooo! Insisto, desde que comenzamos el mandato queremos que nuestros juveniles tengan la picardía que tuvieron las viejas glorias del club. A la Ciudad Deportiva logramos convertirla en un gran potrero. Bueno, ahora trasladaremos la idea a Boedo”, para retirarse junto a sus colaboradores entre chanzas y chascarrillos.
Consultado por el destino del terreno, el mandamás respondió “todavía no tenemos muy en claro nada, ¡nos tomó por sorpresa! Vamos a ver qué onda. Por un lado queremos hacer algo groso e infernal y por otro queremos volver a las fuentes. Antes los pibes se la pasaban todo el día dándole a la pelotita en cualquier baldío y gracias a eso tuvimos jugadores de la talla de Farro, Pontoni, Martino y tantos otros”, para agregar, mientras el fotógrafo le acomodaba el cuello de la camisa “bueno, la idea es que haya muchos de esos en el barrio y que nuestros gurrumines tengan un lugar donde jugar un picadito”.
Ante la pregunta por la construcción de un Microestadio, sentenció entre admiración, confusión y risas “¿ehhh! ¡Noooo! Insisto, desde que comenzamos el mandato queremos que nuestros juveniles tengan la picardía que tuvieron las viejas glorias del club. A la Ciudad Deportiva logramos convertirla en un gran potrero. Bueno, ahora trasladaremos la idea a Boedo”, para retirarse junto a sus colaboradores entre chanzas y chascarrillos.
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