La Mafia Russa, de Beodo a Boedo

Por Lucho Roccasalvo

Había una vez un país muuuy próspero, donde la Federación del Fóbal era presidida de manera vitalicia por Don Chicho Garompa. Don Chicho, allá por el año 2006, había designado DT del seleccionado de Ignorantina (tal el nombre de la comarca) a Alfio Blenders, talquero bebedor oriundo de una ciudad considerada mufa (Estuario Oscuro) por los ignorantes (gentilicio del lugar). Blenders consideraba al enganche Juan Corazón Freezelme como la pieza clave de su conjunto, al tiempo que Don Chicho le explicaba que el "business" exigía que Lionel Sponsor fuera el único titular indiscutido de su team, cuestión que se veía agravada por la mala relación entre Freezelme y Sponsor, quienes solían pelear por el rimmel y las uñas postizas. Harto del vodevil, y deseoso de volver a su tradicional mesa del Restó El Corte, Blenders le dijo una tarde a Don Chicho "Jefe, me las pico, estos dos pendejos me tienen el escroto por los talones, y yo la tarasca ya la hice en el '94, con el 1 a 1 y las gorritas".

Corría el mes de mayo de 2008, y faltaban más de dos años para la próxima competencia internacional. Don Chicho le pidió que aguantara, convencido de que solucionaría la cuestión como lo había hecho con tantas otras. Al mismo tiempo, juntó a sus compañeros de La Cosa Nostra, y señaló: "Busquemos otro gil: el borracho se fue al mazo". Todas las miradas apuntaban al Chelo Cornaglia, joven entrenador de gran campaña en Mugrientos de La Mosca y en Corral Gold, dos de los equipos de la potente Liga local. Cornaglia se encontraba envuelto en un pequeño conventillo familiar, ocasionado por el afecto de su esposa a los guardavidas, por lo que Don Chicho consideró inconveniente trasladar más escándalo a la atribulada Selección.

En el segundo semestre del año, la situación se tornó insostenible, y la búsqueda de un nuevo DT se volvió urgente. Yeso Batriste y Miguel Ángel Dostoievsky se convirtieron en dos chances ciertas en la lista de probables reemplazantes para Blenders. Batriste, con un paso afortunado por un combinado menor, requirió que su eventual designación fuera acompañada de la de un ex-futbolista al que había conocido en una granja de rehabilitación (ambos habían sufrido severas indigestiones con ravioles), lo que lo relegó en la carrera. Dostoievsky, por su parte, venía efectuando una discreta campaña con Fray Cuervo en el certamen local, y no mostraba grandes batifondos en su trayectoria.

Así las cosas, Don Chicho ordenó a uno de sus socios, el paraguayo Arnaldo Cartel (testaferro en una empresa de publicidad) que sondeara a Dostoievsky para la misión. Cartel, dirigente de Fray Cuervo, opuso un mínimo reparo: "Chicho, vamos a tener kilombo con Zazaza si le garcamos el DT". "Quedate tranquilo, tordillo, del tarta me ocupo yo. Le hago ganar el campeonato por 10 puntos y no dice ni mú. Además, para cuando termine de tartamudear, se acabó el Mundial", dijo Don Chicho con un guiño cómplice. Ambos hacían referencia a Demóstenes Zazaza, verborrágico mandamás del Fray Cuervo.

El jueves 9 de octubre, Arnaldo arregló todo con Dostoievsky en un pretencioso comedero de Puerto Bilardo, le indicó que Zazaza se sentía "bien pagado" por el torneo que conseguiría su entidad, y una semana más tarde se dio a conocer la salida de Blenders y la llegada de Dostoievsky al seleccionado ignorante.

Moraleja: "Cuando la limosna es grande, hasta el Santo de Boedo desconfía".

Advertencia: Todos los personajes de esta historia son ficticios. De todos modos, si en algún momento lee un relato similar en otro medio, recuerde dónde lo vio primero.